viernes, 27 de marzo de 2015

[IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MISIONERA MUNDIAL] Las 7 fiestas de 3 tiempos

[IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MISIONERA MUNDIAL] 

Las 7 fiestas de 3 tiempos

1. LA PASCUA

Cuando se les pregunta a los cristianos: “¿Tiene la salvación?”, ellos responden: “Sí”; pero si se les pregunta: “¿Celebra la pascua?”, la mayoría duda al responder. En realidad, no podemos decir que somos salvos sin conocer la pascua.

En el mundo, la Iglesia de Dios es la única iglesia que celebra la pascua del nuevo pacto el 14 del primer mes según el calendario sagrado, como está escrito en la Biblia (Lv. 23:4). Es posible para la Iglesia de Dios celebrar la pascua, porque el segundo Cristo Ahnsahnghong restauró la pascua que Jesús estableció hace dos mil años.

La pascua es una de las más importantes fiestas concedidas por Dios. La razón es que Dios nos prometió el perdón de pecados y la vida eterna por medio de la pascua.

Al celebrar la pascua, también podemos escapar de los desastres. En los tiempos del Antiguo Testamento, había también una visible diferencia entre los que celebraban la pascua y los que no la celebraban; los que no la guardaban, siempre eran destruidos.

En otras palabras, si no celebramos la pascua, no podemos tener perdón de pecados ni vida eterna, ni ser salvos de las últimas plagas. La Iglesia de Dios, que cree en la profecía de la Biblia, celebra la pascua, la verdad de la iglesia primitiva, siguiendo la enseñanza de Cristo Ahnsahnghong.


El origen de la pascua

Dios escogió a Moisés e hizo su obra a través de él para emancipar a los israelitas que gemían bajo la esclavitud de Egipto durante 430 años.

Cuando Moisés era de 80 años, fue llamado por Dios para pedir a Faraón que dejara ir a los israelitas. Pero Faraón se volvió más rebelde contra Dios y afligió a los israelitas más severamente. Dios se enfureció y derramó plagas sobre toda la tierra de Egipto: la plaga de sangre, la plaga de ranas, la plaga de moscas… la plaga de oscuridad. A pesar de todo, el corazón de Faraón se endureció aún más y se negó a dejar ir a los israelitas. Esto fue porque Dios endureció el corazón de Faraón a fin de juzgar a Egipto.

Mediante la décima plaga, Dios decidió matar a todos los primogénitos de Egipto, así de los hombres como de los animales, y escogió el día 14 del primer mes según el calendario sagrado. Dios no quería que los primogénitos de los israelitas murieran junto con los de los egipcios, y ordenó al pueblo de Israel poner la sangre de un cordero de un año en los postes y en el dintel de sus casas.

Éx. 12:1-14 『El animal será sin defecto, macho de un año; […] Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. […] Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová. […] Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.』

Como la sangre del cordero llegó a ser una señal para el pueblo de Dios, los ángeles destructores pasaron sobre las casas de los israelitas que habían pintado la sangre. Y ese día fue llamado “la pascua”, que significa que la plaga pasa por encima.

Aquel día, todos los israelitas se prepararon para el viaje y pusieron la sangre del cordero en los postes y en el dintel, y comieron la carne del cordero asado. Mientras esperaban, se oía el clamor por todos lados. Murieron todos los primogénitos de Egipto, y hasta el primogénito de Faraón.
Durante la noche, Faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo que salieran de Egipto. Los egipcios, después de haber sufrido toda clase de plagas, deseaban que los israelitas se fueran rápido, y no dudaron en darles joyas de plata y oro, y vestidos.

La pascua es el día en que Dios liberó a los israelitas de la esclavitud de Egipto. Esta era una sombra de las cosas venideras. En la época del Nuevo Testamento, la pascua es la única fiesta a través de la cual el pueblo de Dios puede salvarse de las plagas y obtener el perdón de pecados.




Dios nos prometió vida eterna mediante la pascua

Todos los hombres desean la vida eterna, pero esta no es dada por los hombres. Así como Dios salvó a los israelitas en el Éxodo, es únicamente Dios quien puede darnos la salvación y la vida eterna..

1 Jn. 5:20 『Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.』

¿Cómo nos concederá Dios la vida eterna? Dios nos da salvación mediante la sangre de Cristo (1 Co. 5:7), representada por la sangre del cordero de la pascua en el tiempo del Éxodo.

Jn. 6:53-55 『Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.』

Jesús prometió que el pan de la pascua es su carne, y el vino de la pascua, su sangre.

Mt. 26:17-28 『Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua. […] Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.』

La razón por la cual deseamos recibir la carne y la sangre de Jesús a través de la pascua es porque Jesús, quien es la vida, prometió que si comemos su carne y bebemos su sangre, viviremos para siempre.

Ya que Jesús dijo: “Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” (Jn. 6:53), ¿cómo podríamos obtener la vida eterna sin celebrar la pascua?

Y Jesús llamó a la pascua “nuevo pacto”.

Lc. 22:7-20 『Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua. […] Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! […] Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.』

Jesús nos prometió la vida eterna mediante la pascua del nuevo pacto.


Liberados del pecado por la pascua

A fin de regresar al reino de los cielos, el cual perdimos por causa de nuestros pecados, primero debemos ser perdonados de esos pecados. La pascua es la verdad de Dios que nos permite entrar en el reino celestial después de obtener el perdón de pecados.

Lc. 4:17-21 『Y se le dio el libro del profeta Isaías; […] me ha enviado a […] pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos […]. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.』

Algunos preguntan por quiénes han sido tomados cautivos los hombres. Jesús liberó a su pueblo de sus pecados y del poder del diablo, mediante su preciosa sangre, la sangre del Cordero de la pascua.

Ro. 6:22 『Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.』

La historia de los israelitas que entraron en el desierto después de emanciparse de Egipto por medio de la sangre del Cordero de la pascua, muestra que en los tiempos del Nuevo Testamento, los que coman la carne de Jesús, el Cordero de la pascua, y beban su sangre, entrarán en el desierto espiritual después de ser liberados de los pecados (1 Co. 10:1-12).



Las plagas postreras y la pascua

Es solo a través de la pascua que podemos ser salvos de las plagas postreras de Dios.

Mt. 24:37-39 『Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.』

1 Ts. 5:1-3 『Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.』

Lo más urgente ahora es escuchar las nuevas de salvación. Estudiemos los versículos de la Biblia que muestran cómo podemos escapar de las últimas plagas, cualesquiera que sean. La tierra encontrará el día de su fatalidad, ya sea por una guerra mundial o por el poder de Dios. Hay muchas profecías acerca del fin del siglo en la Biblia. Quien crea y siga absolutamente las profecías, será salvo.

Si alguno no cree en el mensaje de salvación, no puede obtener la vida eterna, aunque intente buscar la salvación con sus propios métodos, como construir un refugio subterráneo, ir a otro planeta en una nave espacial, volar a algún país pacífico, o esconderse en un submarino atómico bajo un iceberg del Polo Norte. Estos son métodos temporales para esconderse del peligro. Con respecto a todo esto, algunos profetas profetizaron:

Sof. 1:18 『Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, […]』

Am. 9:2-4 『Aunque cavasen hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y aunque subieren hasta el cielo, de allá los haré descender. Si se escondieren en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré; y aunque se escondieren de delante de mis ojos en lo profundo del mar, allí mandaré a la serpiente y los morderá. Y si fueren en cautiverio delante de sus enemigos, allí mandaré la espada, y los matará; y pondré sobre ellos mis ojos para mal, y no para bien.』

Ha llegado el tiempo de estudiar y seguir el camino de la salvación de acuerdo a la orientación de Dios. A fin de dar salvación a los que creen en las profecías, Dios ha mostrado un evento histórico de tiempos antiguos como una sombra del fin del siglo.

Éx. 12:12-14 『Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.』

En He. 11:28 está escrito: “Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos”. Esto significa que ninguna plaga destructiva cayó sobre las casas en las que se había rociado la sangre del cordero de la pascua, porque era una señal para ellos.

Las últimas plagas de Dios caerán sobre este mundo de pecado. ¿Quién podrá escapar de ellas en ese momento? ¿No serán acaso los que tienen la sangre de Jesús por la celebración de la pascua? El poder de la pascua se revela justamente cuando las plagas caen sobre el mundo. Los que no celebraron la pascua no lo lamentarán hasta que encuentren la ira y el castigo de Dios.


Cristo Ahnsahnghong restauró la pascua del nuevo pacto

Esta importante pascua fue abolida en el Concilio de Nicea en 325 d. C. Desde entonces, la pascua desapareció del mundo. ¿Quién podría tener la vida eterna si la verdad de vida ha sido abolida? Por eso, Jesús dijo que vendría por segunda vez para restaurar la pascua.

He. 9:28 『así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.』

Es Ahnsahnghong quien restauró la pascua del nuevo pacto, abolida por Satanás el diablo. ¿Entonces, quién piensa usted que es Ahnsahnghong?

Is. 25:6-9 『Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.』

Ahnsahnghong restauró la pascua del nuevo pacto; él es el segundo Cristo, es decir, Dios mismo, que ha aparecido según todas las profecías de la Biblia. ¡La pascua del nuevo pacto que los santos de la iglesia primitiva apreciaban y celebraban sagradamente! Cristo Ahnsahnghong vino en la carne y restauró la pascua para que podamos ser salvos de las inminentes plagas. La pascua del nuevo pacto es el verdadero evangelio de Cristo.







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miércoles, 25 de marzo de 2015

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martes, 24 de marzo de 2015

[IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MISIONERA MUNDIAL]Pregunta y Respuesta de la Biblia (capitulo.5)

[IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MISIONERA MUNDIAL]
Pregunta y Respuesta de la Biblia (capitulo.5)

P. Llamamos al Espíritu Santo “Dios”, y también decimos que recibimos el Espíritu Santo en las fiestas solemnes. ¿Cómo podemos definir al Espíritu Santo?

R.
Hay muchos casos en la Biblia en que la misma palabra se usa para diferentes significados. Por ejemplo, cuando buscamos la palabra “ley” en el Nuevo Testamento, la ley indica fundamentalmente a los diez mandamientos que fueron dados en la época de Moisés o las explicaciones detalladas relacionadas a ellos (Ro. 7:7, Stg. 2:11, Jn. 8:5, 17). Sin embargo, a veces se refiere al Pentateuco que incluye la ley, o incluso a todo el Antiguo Testamento (Gá. 4:21, Lc. 24:44, Jn. 12:34). Por supuesto, están relacionados entre sí, pero estrictamente hablando, son cosas diferentes.

Lo mismo sucede con la palabra “Espíritu Santo”. Originalmente, el Espíritu Santo se refiere a Dios que tiene personalidad, pero también decimos que recibimos el Espíritu Santo cuando recibimos una habilidad especial por la presencia del Espíritu Santo con nosotros.


El Espíritu Santo es Dios con personalidad

El Espíritu Santo significa “el espíritu de Dios que es santo”. Algunos insisten en que el “espíritu” no es una persona sino una fuerza activa sin forma, como una ola o energía eléctrica, así que también el Espíritu Santo es simplemente una fuerza activa de Dios. Pero esta insistencia conlleva a la conclusión absurda de que Dios y
Jesús no son seres con personalidad sino una simple energía; porque la Biblia testifica que Dios es Espíritu, y que Jesús también es Espíritu.

Jn. 4:24 “Dios es Espíritu; [...]”

2 Co. 3:17 “Porque el Señor [Jesús] es el Espíritu; [...]”

El Espíritu Santo a veces se contrista, gime, intercede y piensa. Si el Espíritu Santo no fuera un ser con personalidad sino una fuerza activa como la energía, ¿podría contristarse, gemir, interceder o pensar?

Ef. 4:30 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, [...]”

Ro. 8:26-27 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”


El Espíritu Santo es el mismo Dios Padre y Dios Hijo

Las personas malinterpretan que Dios y el Espíritu Santo son diferentes porque el Espíritu Santo está escrito como el espíritu de Dios, pero el Espíritu Santo y Dios son uno solo y el mismo. Al igual que yo y mi espíritu no existen como dos seres separados sino que son uno y el mismo, es decir yo mismo, el espíritu de Dios no existe separadamente de Dios, sino que Él es Dios mismo.

1 Co. 2:10-11 “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.”

El Espíritu Santo conoce los pensamientos de Dios, que solo pueden ser conocidos por Dios. Esto no podría suceder si Dios y el Espíritu Santo fueran diferentes. Dios Padre, que es el Espíritu Santo, vino a la tierra como un hijo; Él es Dios Hijo Jesús.

Is. 9:6 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”

Ro. 9:5 “de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos.”

La Biblia testificó que Jesús, que nació como un bebé en esta tierra, es Dios alabado para siempre, porque Jesús es fundamentalmente Dios Padre. Si Jesús es Dios, ya que Dios es el Espíritu Santo, Jesús también es el Espíritu Santo.

Ro. 8:26-27 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”

Ro. 8:34 “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”

La Biblia dice que el Espíritu Santo intercede por nosotros, y también dice que Jesús intercede por nosotros. Es porque el Espíritu Santo es Jesús.

1 P. 1:10-11 “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.”

2 P. 1:20-21 “entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

El apóstol Pedro dijo que las profecías concernientes a la venida de Cristo, es decir, las profecías del Antiguo Testamento, fueron escritas por el “Espíritu de Cristo”, y volvió a decir que la Biblia fue escrita por los profetas que fueron inspirados por el “Espíritu Santo”. Esto también muestra que el Espíritu Santo y el Espíritu de Jesús son uno y el mismo.

Como hemos estudiado antes, el Espíritu Santo, Jehová Dios y Jesús son uno y el mismo. Aunque tienen diferentes títulos y nombres, son el mismo Dios. Esta es la misma lógica que aplicamos cuando nombramos la sustancia H 2 O como agua, hielo o vapor, cuando en realidad es la misma




Dones del Espíritu Santo

Cuando viene el Espíritu Santo, es decir Dios, recibimos habilidades especiales. Estos son los dones del Espíritu Santo. La Biblia dice que el mismo Espíritu nos da palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, profecía, diversos géneros de lenguas, etc. (1 Co. 12:4-11). Por cierto, concerniente al recibimiento de los dones del Espíritu Santo, a veces la Biblia simplemente dice que recibimos el Espíritu Santo. Es por eso que algunos pueden malinterpretar que el Espíritu Santo mismo es las habilidades, pero como dijimos antes, el poder mismo no es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es fundamentalmente Dios con personalidad; el Omnisciente y Omnipotente Dios que llena el universo entero viene a los santos y les da dones o habilidades especiales. Por tanto, es apropiado comprender que recibimos los dones del Espíritu Santo cuando decimos que reciben el Espíritu Santo.

Hch. 2:4 “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”

Hch. 10:44-46 “Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.”

Los apóstoles hablaron en otros idiomas, y la familia de Cornelio habló en lenguas cuando Pedro predicó el evangelio; esto fue porque recibieron del Espíritu Santo el don de hablar en otras lenguas.

Esto muestra claramente que la habilidad misma no es el Espíritu Santo, sino el don del Espíritu Santo, es decir, la habilidad aparece cuando el Espíritu Santo viene sobre los santos. Por tanto, podemos comprender las palabras: “Recibimos el Espíritu Santo guardando las fiestas del nuevo pacto”, como: “El Espíritu Santo, aunque invisible, viene sobre nosotros y nos da los dones de la sabiduría, ciencia, fe, etc.”

Las personas del mundo consideran usualmente “el don del Espíritu Santo” como otras lenguas o dones de sanación que son visibles, pero en realidad la Biblia menciona la sabiduría para comprender a Cristo, o las palabras de conocimiento, o fe, antes que las lenguas o dones de sanación (1 Co. 12:7-10, 28). Y está escrito
que el mayor entre los dones del Espíritu Santo es el amor.

1 Co. 12:31-13:3 “Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente. Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”

Las fiestas del nuevo pacto son la verdad misma que el Padre y la Madre celestiales establecieron con gran amor, sacrificándose hasta la muerte para salvar a los pecadores que estaban destinados a morir. Por consiguiente, la manera de recibir los dones del Espíritu Santo es grabar el amor del Padre y la Madre en lo profundo de nuestro corazón y guardar las fiestas del nuevo pacto.




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[IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MISIONERA MUNDIAL]Pregunta y Respuesta de la Biblia (capitulo.4)

[IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MISIONERA MUNDIAL]
Pregunta y Respuesta de la Biblia (capitulo.4)



P. ¿Por qué Jesús vino en forma humana aunque Él es Dios Todopoderoso?


R. 
Dios ciertamente puede aparecer en forma humana si lo desea. Él es omnipotente y omnisciente. Dios tiene el poder de elegir estar o no en la carne.

Entonces, ¿por qué Dios mismo vino a la tierra como un bebé frágil y como un hijo? Podemos entender esto fácilmente al pensar quiénes somos.


Cristo vino para darnos el perdón de los pecados y la vida eterna

Jesús dijo que todos los seres humanos que viven en esta tierra son pecadores expulsados del cielo.

Mt. 9:13 “[…] Porque no he venido a llamar [buscar] a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.”

Lc. 19:10 “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”

Relacionando estos versículos con las palabras: “La paga del pecado es muerte” (Ro. 6:23), podemos entender que todos los seres humanos son pecadores que cometieron pecados que merecen la pena de muerte en el cielo. La primera razón por la que Jesús mismo vino a esta tierra en la carne, fue para ser castigado en lugar de nosotros por nuestros pecados que merecían la muerte.

De acuerdo con la ley del Antiguo Testamento, si alguno quería liberar a un hombre condenado a morir, tenía que tomar su pecado en vez de él (1 R. 20:42). Es por eso que Dios vino con el nombre de Jesús y fue sacrificado en la cruz como la ofrenda por el pecado de los pecadores. Al ser castigado con la pena de muerte en lugar de nosotros, nos salvó del castigo.

Mt. 20:28 “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

Ya que Jesús, que es Dios, vino con este propósito, Juan el Bautista testificó que Jesús es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Jn. 1:29). El profeta Isaías en el Antiguo Testamento y el apóstol Pablo en el Nuevo Testamento, también testificaron que Cristo vino en la carne y quitó nuestros pecados.

Is. 53:5-10 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. […] Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.”

Ro. 8:3 “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;”

La ley especial establecida para nosotros por la propia sangre de Dios para que seamos perdonados de nuestros pecados y alcancemos la vida eterna, es la Pascua del nuevo pacto (Lc. 22:20).

Mt. 26:28 “porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”

La Pascua del nuevo pacto es la verdad de la vida que Dios mismo estableció para salvarnos a los que no podíamos evitar el castigo eterno debido a nuestros pecados.


Cristo nos mostró el ejemplo de renacer a través del evangelio

La razón por la que Dios vino a la tierra en carne, no fue solo para ofrecerse en sacrificio por el pecado, sino también para enseñar y predicar el evangelio del nuevo pacto que se cumpliría a través de su sacrificio, esto es, la verdad que nos concede el perdón de los pecados y la vida eterna.

Jn. 13:15-17 “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. […]”

Jesús fue a muchas regiones de Israel y predicó el evangelio del reino de los cielos sufriendo muchas dificultades. Todas las enseñanzas y el evangelio que Jesús enseñó durante tres años son los ejemplos de fe para nosotros, que nos convertiremos en los herederos del cielo en el futuro. Es por eso que después de terminar su obra del evangelio para buscar y salvar a los pecadores, pidió a sus discípulos que enseñaran a todas las naciones a obedecer todas las cosas que Él había mandado (Mt. 28:20).

No es necesario mencionar que el evangelio que Jesús practicó es la verdad que nos guía al eterno reino de los cielos (Jn. 14:6). Hay numerosos ejemplos que Jesús mostró para que podamos ser perdonados de los pecados y entrar en el cielo.

Jesús fue bautizado para mostrarnos el principio de renacer con una nueva vida al sepultar el pecado, aunque Él era libre de pecado (Mt. 3:16). Jesús también enseñó que debemos guardar las fiestas del nuevo pacto para entrar en el cielo, guardando el Día de Reposo conforme a su costumbre (Lc. 4:16), celebrando la Pascua del nuevo pacto con sus discípulos (Mt. 26:17-28) y prometiendo el agua de la vida en la Fiesta de los Tabernáculos (Jn. 7:2, 37).

Además de las fiestas y las ordenanzas, Jesús mostró el ejemplo del verdadero Pastor (Lc. 22:24-27, Jn. 10:11-15), sirviendo a sus discípulos con un corazón manso y humilde (Mt. 11:29). Además, para enseñarnos la manera de vencer las tentaciones de Satanás a nosotros que somos débiles, Él mismo fue tentado y venció a Satanás con las palabras de Dios (Mt. 4:1-11). De esta manera, todos los ejemplos de Jesús se registran en la Biblia detalladamente para que podamos seguirlos. La vida de Jesús en sí es el manual que guía a las personas al reino de los cielos.




La potestad para perdonar pecados que solo pertenece a Dios

Finalmente, la razón por la que Dios Todopoderoso vino en carne fue a causa de nosotros, los pecadores del cielo.

La única manera de que un pecador sea libre del pecado es ser perdonado del pecado. Pero nosotros, los pecadores, nunca podremos lograrlo por nuestra propia justicia o fuerza.

Podemos entender esto incluso a través del principio terrenal. Generalmente, en un país donde se aplica la pena de muerte, un condenado a muerte puede ser perdonado solo por un líder del país, como el presidente o el primer ministro. Es lo mismo con nuestros pecados espirituales. Solo Dios puede perdonar los pecados que merecen la muerte, los cuales cometimos en el cielo.

Mr. 2:5-10 “Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: […] Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados […]”

Dios vino en la carne para salvarnos por medio de su potestad de perdonar los pecados. Ya que participamos de carne y sangre, Dios también participó de lo mismo, sufrió nuestros dolores y llevó la carga de los pecados que debimos haber llevado nosotros.

Jn. 10:10 “[…] yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

He. 2:14-18 “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. […]”

Si hubiera alguien que pudiera dar la vida, Dios no tendría razón alguna para venir en la carne. Sin embargo, nadie puede dar la vida eterna, ni siquiera un ángel, sino solo Dios.

Dios, el único que tiene la vida eterna en el universo entero, vino en la carne, dejando toda la gloria del cielo, para dar vida a sus hijos que perdieron su vida debido a sus pecados, y estableció la verdad de la Pascua del nuevo pacto por la cual podemos recibir la vida eterna (1 Ti. 6:16). Pero la Pascua del nuevo pacto, que fue establecida por la sangre de Cristo, fue abolida en 325 d. C. Desde entonces, nadie ha podido revelar la Pascua por un largo tiempo de 1600 años. Aunque está claramente escrita en la Biblia, nadie entre los numerosos teólogos y famosos eruditos de la Biblia pudo encontrar la verdad de la Pascua. Es porque ellos también son pecadores del cielo, y no Dios, quien tiene la autoridad de perdonar los pecados que merecen la muerte y de dar la vida eterna.

Para restaurar la Pascua del nuevo pacto, la verdad perdida de la vida, Dios ha venido en carne una vez más en esta época. Ellos son nuestro Padre y nuestra Madre celestiales. Aun con una señal —la Pascua del nuevo pacto—, podemos confirmar que el Padre y la Madre celestia les son el verdadero Dios. Ya que hemos recibido a Dios Elohim que ha venido en la carne en esta época según las profecías seguras de la Biblia, debemos predicar con más diligencia el amor de Dios contenido en la Pascua del nuevo pacto, creyendo que Dios Todopoderoso ha venido a la tierra con la semejanza humana, que es menor que los ángeles, solo para perdonar nuestros pecados. el







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[IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MISIONERA MUNDIAL]Pregunta y Respuesta de la Biblia (capitulo.3)

[IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MISIONERA MUNDIAL]
Pregunta y Respuesta de la Biblia (capitulo.3)


P. Hoy en día, las iglesias creen en Jesucristo. Sin embargo, hace dos mil años cuando Jesús vino a esta tierra, ¿por qué la gente no creyó en Él, sino que lo crucificaron?

R.
Entre muchas razones por las que los judíos rechazaron a Jesús hace dos mil años, la principal razón fue que no creían en las profecías de la Biblia (Jn. 5:46-47). Jesús enseñó que lo que da testimonio de que Él es Cristo, es la “Biblia”; y también en el Día de Resurrección dio testimonio de sí mismo a través de la “Biblia” a los discípulos que no estaban seguros de que Él era Cristo, de modo que tuvieran una firme convicción en su corazón (Jn. 5:39, Lc. 24:25-27, 32). Por eso, los apóstoles también testificaron que Jesús es el Cristo a través de la Biblia (Hch. 17:2).

Los judíos no conocían correctamente las profecías de la Biblia, ni las creían. Ellos perseguían a Jesús debido a que solo creían en el Dios que ellos mismos habían hecho con su idea fija, y porque no reconocían a Dios que había venido en carne para salvar a los pecadores que eran esclavos de la muerte (Jn. 15:18-21). Exteriormente, decían conocer y creer en Dios y en la Biblia, pero en realidad no comprendían las profecías de la Biblia, por lo que crucificaron a Cristo que había venido a salvarlos, y pidieron voluntariamente sobre sí mismos la destrucción.

Otra razón por la que los judíos rechazaron a Jesús era que solo miraban los aspectos físicos de Cristo, no las profecías de la Biblia. Jesús dijo que la Biblia da testimonio de Él, no su aspecto físico. Sin embargo, los judíos rechazaron a Jesús criticando a su familia física, estilo de vida y entorno.


La profecía d
e que Dios viene en la carne

Dios nos enseñó a través de la Biblia que si vemos su aspecto físico, no podemos recibir correctamente a Cristo, sino que tropezaremos y caeremos. El profeta Isaías había profetizado claramente 700 años antes que Jesús viniera a la tierra, que Cristo vendría como raíz de tierra seca, que no habría parecer en Él, ni hermosura, que le veríamos, mas sin atractivo para que le deseáramos.

Is. 53:2 “Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.”

A pesar de esta profecía, los judíos trataron de reconocer a Cristo a través de su aspecto físico, y siendo así no pudieron evitar tropezar.

Is. 8:13-15 “A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo. Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredarán y serán apresados.”

La razón por la que Dios será a las personas por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red, y muchos caerán entre ellos, y serán quebrantados, es que Él viene a la tierra en carne igual que nosotros (Is. 9:6). Para los que solo ven el aspecto físico, y no las profecías de la Biblia, Cristo, que es el fundamento y la preciosa piedra viva absolutamente necesaria para la salvación, será piedra de tropiezo, y roca que hace caer.

1 P. 2:4-8 “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.”


Estilo de vida y entorno de Jesús

El estilo de vida y entorno de Jesús hace dos mil años no eran bien vistos por la gente de aquel entonces. Desde el punto de vista de las personas de esos días, comer sin lavarse las manos era lo mismo que comer con las manos sucias sin usar una cuchara o un tenedor hoy en día. Sin embargo, Jesús lo hizo.

Lc. 11:37-38 “Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa. El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer.”

Además, los que andaban con Jesús eran publicanos, rameras, etc. En ese momento, ser “publicano” era considerado como un trabajo despreciable en la sociedad judía. Era porque debido a que ellos recaudaban tributos para el Imperio Romano, eran considerados peones del Imperio Romano. Sin embargo, los pecadores como los publicanos y las rameras que eran despreciadas en cualquier época, estaban junto a Jesús. E incluso Jesús enseñó que los publicanos y las rameras irían al reino de Dios delante de los líderes religiosos, los hipócritas de entonces.

Lc. 15:1-2 “Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.”

Mt. 21:31 “[…] Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.”

Algunos rechazaron a Jesús poniendo a su familia física como tema de discusión.

Mt. 13:55-57 “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? Y se escandalizaban de él.”

Jn. 6:42 “Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?”

Algunas otras personas sometían la región de residencia de Jesús a crítica. En los tiempos de Jesús (en la época romana), Israel estaba dividido en tres regiones: Judá, Samaria y Galilea. Entre las tres, Galilea que estaba ubicada en el extremo norte de Israel, siempre había sufrido la invasión de otras naciones de su alrededor, y como su ubicación limitaba con las naciones gentiles, se manifestaba el color local de los gentiles más que otras regiones.

Además, desde que Asiria ocupó Galilea en el territorio norte de Israel y tomó cautivo al pueblo alrededor del año 734 a. C, Galilea estuvo bajo el control de los gentiles por mucho tiempo, y más gentiles que israelitas llegaron a vivir allí (2 R. 15:29). Por esa razón, los judíos en Judá despreciaban la región de Galilea, y asimismo a Samaria. Por causa de este estereotipo, los fariseos insistían en que no se levantaría profeta de Galilea, y despreciaban a Jesús yendo contra la profecía de la Biblia (Is. 9:1-2).

Jn. 7:52 “Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.”


El fin de los que rechazaron a Jesús

Los judíos no prestaron atención a la profecía de la Biblia ni al evangelio del reino de los cielos que Jesús predicó, sino que lo despreciaron sacando puntos físicos. Y como ellos mismos pidieron: “Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos”, fueron destruidos en el año 70 d. C. por el ejército romano (Mt. 27:25, Lc. 21:20-23). Durante la Segunda Guerra Mundial, aproximadamente seis millones de judíos fueron asesinados miserablemente por los nazis.

A fin de no repetir esa necedad, tenemos que ver las profecías de la Biblia y comprender a Cristo. Lo que da testimonio de Cristo es las profecías de la Biblia, no el aspecto físico de Cristo, como el estilo de vida, el entorno, la familia física o la región de residencia de Cristo. Por eso Jesús dijo: “Bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí”, y los apóstoles que testificaron a todas las naciones que Jesús es Dios en carne, declararon: “No conocemos a Cristo según la carne”.

Mt. 11:6 “y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.”

2 Co. 5:16 “De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.”



La Biblia da testimonio de Cristo

Satanás cegó el entendimiento de los judíos a través del aspecto físico de Cristo hace dos mil años, por lo cual no pudieron ver la luz del evangelio de la gloria de Cristo; y ahora también está haciendo la misma obra.

2 Co. 4:4 “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, […]”

Para recibir a Cristo correctamente en esta situación, debemos tener la sabiduría de comprender a Cristo escudriñando la profecía de la Biblia como los apóstoles (Hch. 17:2, 8:30-35). Si usted desecha la profecía de la Biblia y ve el aspecto físico, como hicieron los judíos, es como una necia decisión de tropezar, caerse, romperse y ser capturado, y es elegir el camino de la destrucción, abandonando la salvación.

Según la profecía de la Biblia, Dios vino de nuevo a esta tierra en carne para restaurar la verdad de la vida que había sido quitada por el diablo (Dn. 7:22, Lc. 18:8, He. 9:28). Hace dos mil años, Él fue ridiculizado y despreciado de varias maneras, y padeció el extremo sufrimiento en la cruz, que no se puede expresar con palabras. Aunque no le habría gustado venir otra vez, apareció en la carne de nuevo con el único propósito de salvar a sus hijos que estaban destinados a sufrir en el lago de fuego.

Debemos reconocer a Dios solo a través de la profecía de la Biblia, no con el aspecto físico. Si usted estudia las profecías de los 66 libros de la Biblia, podrá convencerse de que el Padre y la Madre celestiales que restauraron la verdad del nuevo pacto para salvar a la humanidad, son los Dioses que testifica la Biblia. Y si presta atención a las profecías de la Biblia, como hicieron los apóstoles, Dios seguramente hará brillar su luz en nuestros corazones, para darnos la luz del conocimiento de la gloria de Cristo.

Jn. 5:39 “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;”

2 Co. 4:6 “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.” el


[DIOS MADRE]
IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MISIONERA MUNDIAL

lunes, 23 de marzo de 2015

[DIOS MADRE] P. ¿Cuál es la razón por la que esas iglesias ponen la cruz?

[DIOS MADRE]

Pregunta y Respuesta de la Biblia (capitulo.2)

P. ¿Cuál es la razón por la que esas iglesias ponen la cruz?

R. No existía la cruz en la iglesia primitiva

La razón por la que las iglesias de estos días colocan la cruz, es que la reconocen como el símbolo de Cristo. Incluso los que no creen en Dios asumen esta posición. Sin embargo, la cruz no puede ser el símbolo de Cristo de ninguna manera.

La cruz, que los cristianos de la iglesia primitiva consideraban como"vergüenza" y"madero maldito" (Gá. 3:13), fue introducida en la iglesia cuando el Cristianismo llegó a paganizarse. Los líderes religiosos de la iglesia de Roma aceptaron las ideas y los símbolos paganos bajo el pretexto de evangelizar a los paganos, y uno de ellos era la cruz. Con la excusa persuasiva de que debemos recordar el sacrificio de Cristo mirando la cruz, porque Jesús fue sacrificado en la cruz, introdujeron la cruz en la iglesia.

Cuando examinamos los datos históricos, hay un registro de que la cruz fue usada en público desde el tiempo del Emperador Constantino, y también hay un registro de que fue colocada en la iglesia desde el año 431 d. C.

Es verdad que la cruz no existió en la iglesia por cientos de años, desde el tiempo en que se estableció la iglesia primitiva.

La cruz es un ídolo

Dios nos prohibió hacer cualquier tipo de imagen como objeto de adoración o servirlo.

Éx. 20:4-5 "No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. […] No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; […]"

Sal. 135:15-18"Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían."

Los ídolos son solo imágenes hechas por manos de hombres; no tienen vitalidad ni respiración. Por eso, ¡qué necios son los que dan un significado religioso a los ídolos hechos por mano de hombres y los consideran sagrados! La cruz no es más que un ídolo hecho de madera o plata u oro.

Las enseñanzas de la historia de la adoración de la serpiente de bronce

En el Antiguo Testamento, hay una enseñanza de que la reverencia a la cruz es idolatría.

Nm. 21:4-9"Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía."

Los israelitas, que fueron emancipados de la esclavitud de Egipto, se quejaron contra Dios y Moisés en el camino del desierto, debido a las condiciones agrestes.

Como resultado, fueron mordidos por serpientes venenosas y murieron. Ellos rogaron urgentemente a Dios por su salvación, a través de Moisés, y Dios le dijo a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y que la pusiera en un asta, diciendo:"Cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá". Según la palabra de Dios, los que miraban a la serpiente de bronce en el asta, podían vivir. Sin embargo, los israelitas malinterpretaron esto, pensando que era la serpiente de bronce la que los salvaba, y no las palabras de Dios, y llegaron a servir a la serpiente de bronce hasta el tiempo del rey Ezequías.

2 R. 18:3-4"Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán."

Nehustán significa"cosa de bronce". Hasta que el rey Ezequías quitara todos los ídolos del templo de Dios después de comprender la voluntad de Dios, los israelitas habían adorado a la serpiente de bronce por cerca de 800 años.

La historia de la serpiente de bronce representaba la obra de la salvación que Jesús cumpliría en la cruz.

Jn. 3:14-15"Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

Esta es una profecía acerca de la muerte de Jesús en la cruz. Así como los israelitas pudieron vivir al mirar la serpiente de bronce en el asta en los tiempos de Moisés, nosotros podemos ser liberados del poder del pecado y de la muerte por el sacrificio de Jesús que fue levantado en la cruz. Lo más importante es que somos salvos no por la cruz misma sino por la sangre preciosa derramada en la cruz. Al igual que la serpiente de bronce era simplemente un pedazo de bronce, la cruz es simplemente un ídolo, un pedazo de madera, que no tiene el poder de salvarnos.

La sangre de Jesús nos salva

Como los israelitas adoraron a la visible serpiente de bronce, olvidando la salvación de Dios, así muchas personas en estos días consideran la cruz muy importante y la sirven, abandonando la gracia de Jesús que fue sacrificado en la cruz. Pero si realmente tememos a Dios, debemos recordar la sangre preciosa de Jesús en la cruz, y no a la cruz misma. Esto es lo que debemos hacer como hijos de Dios que lo sirven.

1 P. 1:18"sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación."






[DIOS MADRE]
IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MISIONERA MUNDIAL

[DIOS MADRE] P.¿Cuál es el antecedente de la controversia de la pascua en el Concilio de Nicea y la situación después de esta?

[DIOS MADRE]

Pregunta y Respuesta de la Biblia (capitulo.1)



P. ¿Cuál es el antecedente de la controversia de la pascua en el Concilio de Nicea y la situación después de esta?

R. 

La Iglesia Oriental y la Iglesia Occidental

El Concilio de Nicea fue un concilio internacional de líderes religiosos de las Iglesias Orientales y Occidentales, realizado en Nicea, Asia Menor, en 325 d.C., liderado por el Emperador Romano Constantino. El principal tema de la agenda que se discutió durante el concilio, fue fijar la fecha de la comunión de la pascua y lidiar con el Arrianismo que negaba la Trinidad. En especial, se había disputado el tema de fijar la fecha de la comunión de la pascua desde mediados de siglo II, el cual llegó a su fin cuando la pascua fue completamente abolida en el Concilio de Nicea.


La controversia de la pascua empezó después de la muerte de todos los apóstoles y la división de la iglesia primitiva en la Iglesia Oriental y la Iglesia Occidental. La Iglesia Oriental, que era gobernada por el patriarca de Constantinopla en Asia Menor, y la Iglesia Occidental, que era gobernada por el papa de Roma, celebraban la pascua para conmemorar la muerte de Cristo en fechas diferentes la una de la otra.

La Iglesia Oriental realizaba la comunión de la pascua el día 14 del primer mes según el calendario sagrado, y celebraba el día de resurrección el primer domingo después de la fiesta de los panes sin levadura (el día 15 del primer mes según el calendario sagrado), según las enseñanzas de la Biblia. Por otro lado, la Iglesia Occidental no celebraba la pascua, y en lugar de esto celebraba la comunión en el día de resurrección. ¿Por qué las Iglesias de Oriente y de Occidente celebraban la comunión en fechas diferentes? Esto se debía a que la Iglesia Occidental había cambiado la fecha de la Cena del Señor según su propio criterio, enfatizando la resurrección de Jesús. Esta diferencia de fechas causó mucha confusión entre los cristianos que viajaban de oriente a occidente.

Cuando viajaban a Roma después de celebrar la pascua y la fiesta de los panes sin levadura en la Iglesia Oriental, se confundían y se sorprendían de ver a la Iglesia Occidental realizando la comunión el día de resurrección.


La verdad de la iglesia primitiva

En los tiempos del Antiguo Testamento, está la fiesta de las primicias en que los israelitas llevaban al sacerdote una gavilla de los primeros granos (frutos) de su cosecha, y el sacerdote lo presentaba a Dios como una ofrenda mecida el día siguiente del día de reposo (domingo) después de la fiesta de los panes sin levadura.

Hasta haber presentado a Dios la ofrenda de la fiesta de las primicias, no podían comer el grano de la nueva cosecha (Levítico 23).

La profecía de esta fiesta fue cumplida por Jesús: después de celebrar la cena de la pascua, Jesús fue crucificado el día de la fiesta de los panes sin levadura (el día siguiente de la pascua), y resucitó de la muerte el día siguiente del día de reposo (Mr. 16:9). Resucitando como primicias de los que habían dormido, Jesús cumplió la
profecía del primer grano, que es la ofrenda de la fiesta de las primicias del Antiguo Testamento (Mt. 27:50-53, 1 Co. 15:20).

Según estas enseñanzas basadas en la Biblia, la iglesia primitiva guardaba la pascua el 14 del primer mes según el calendario sagrado, celebraba la fiesta de los panes sin levadura el 15 del mismo mes ayunando, y observaba el día de resurrección para conmemorar la resurrección de Cristo el día siguiente del día de reposo (domingo) después de la fiesta de los panes sin levadura.


Cambio de la verdad

El Concilio de Nicea decidió a favor de celebrar el día de resurrección el primer domingo que viene 15 días después del equinoccio de primavera todos los años, bajo la excusa de que era difícil calcular la fecha de la fiesta según los movimientos de la luna, y determinó que la Santa Comunión debía ser celebrada el día de resurrección.

La Iglesia Occidental no había guardado la pascua hasta entonces, sino que continuó celebrando la resurrección el domingo después de la pascua. Por eso, aunque las Iglesias Oriental y Occidental realizaban la comunión en diferentes fechas, todos usaban la fecha de la pascua para determinar la fecha del día de resurrección. Sin embargo, mientras el Concilio de Nicea establecía la fecha del día de resurrección como el primer domingo después de la luna llena que sigue al equinoccio de primavera, el significado de la pascua desapareció completamente.

La historia de la iglesia simplemente explica que el Concilio de Nicea fue convocado para estandarizar la fecha del día de resurrección. Sin embargo, detrás de esto estaba escondida una conspiración para abolir completamente la pascua.

El impedimento de Satanás no se detuvo aquí. La Iglesia de Roma, que había estado asociada con tradiciones e ideas politeístas durante mucho tiempo, introdujo la Pascua de Resurrección que originalmente era un festival en honor a Eostre (u Ostara), la diosa de la primavera (que se celebraba en el norte de Europa en el equinoccio de primavera), y lo injertó en el cristianismo. La costumbre de comer huevos en el día de resurrección tiene origen en los antiguos que creían en dioses paganos.


La controversia de la pascua

Mientras la Iglesia de Roma empezaba a celebrar la comunión el día de resurrección en lugar de la pascua, Policarpio, Obispo de la Iglesia de Esmirna, y el Papa Aniceto, Obispo de la Iglesia de Roma, discutían sobre la pascua alrededor del año 155 d.C. Policarpio enfatizaba que la pascua era una costumbre tradicional dejada por Jesús, diciendo que él había celebrado la pascua todos los años, junto con Juan (uno de los discípulos de Jesús) y muchos otros apóstoles. En esta controversia, no obstante, fracasaron en persuadirse.

Después, cerca del año 197 d. C, Víctor, el Obispo de Roma, insistía en que las iglesias debían adoptar la práctica romana de celebrar la comunión el día de resurrección en lugar de la pascua, y obligó a todas las iglesias a aceptar el Reglamento Dominical. Las iglesias de Occidente estuvieron de acuerdo en seguir el Reglamento Dominical; pero las iglesias del Oriente, que eran el fundamento de la Iglesia Cristiana, se opusieron rotundamente a su insistencia. En especial Polícrates, Obispo de la Iglesia de Éfeso, envió una carta a Víctor, en la que enfatizaba enérgicamente que la pascua debía ser celebrada. A través de la carta que Polícrates envió a Víctor en ese entonces, podemos imaginar la situación en que la verdad empezó a ser pervertida gradualmente después de la iglesia primitiva.


"Así guardamos el día de manera exacta, sin añadir ni quitar. Grandes luminarias reposan en Asia, que resucitarán en el último día a la venida del Señor, cuando vendrá con gloria del cielo y llamará a todos sus santos: como Felipe, uno de los doce apóstoles, que reposa en Hierápolis con dos de sus ancianas hijas vírgenes, mientras que una tercera hija vivió en el Espíritu Santo y reposa en Éfeso. También está Juan, que se reclinó en el pecho del Señor y que luego vino a ser sacerdote mitrado, mártir y maestro; también él duerme en Éfeso.
Luego está Policarpio de Esmirna, obispo y mártir, y Traseas, obispo y mártir de Eumenia, que también duerme en Esmirna.
¿Me será necesario hablar de Sagaris, obispo y mártir, que reposa en Laodicea, o del bienaventurado Papirio, o del eunuco Melitón, que vivió del todo en el Espíritu Santo y que yace en Sardis, esperando la llamada del cielo cuando resucitará de entre los muertos? Todos estos guardaron el decimocuarto día del mes como el comienzo de la fiesta, sin desviarse, y en conformidad al Evangelio. Y también yo, Polícrates, el menor de todos vosotros, vivo según la tradición de mis parientes, algunos de los cuales he seguido. Siete de ellos fueron obispos y yo soy el octavo, y mis parientes siempre han observado el día cuando el pueblo echaba la levadura fuera. Por tanto, hermanos míos, yo que he vivido sesenta y cinco años en el Señor y he consultado con los hermanos de todas partes del mundo y he estudiado toda la Sagrada Escritura, no temo las amenazas, porque mejores hombres que yo han dicho:"Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres" [Hch. 5:29]."
Eusebio, Historia de la Iglesia / La controversia acerca de la Pascua / pp. 197-198


Cuando Víctor recibió esta carta, planeó excomulgar a todas las iglesias de Asia y las iglesias cercanas, acusándolas de ser"no ortodoxas". No obstante, no pudo lograr su plan debido a las protestas de muchas iglesias de su alrededor.

La Iglesia Oriental continuó celebrando la pascua según las enseñanzas de Jesús y las tradiciones de los apóstoles. Esto es una evidencia de que la pascua no fue abolida ni siquiera en el Nuevo Testamento. La pascua es la fiesta de la vida que Jesús estableció con el pan y el vino, a fin de cumplir sus palabras:"Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn. 6:53).

Por eso el apóstol Pablo pidió que anunciáramos esta pascua del nuevo pacto hasta que Cristo venga (1 Co. 11:23-25).




Prediquen la verdad de vida al mundo entero

El Concilio de Nicea es muy sugestivo en muchos aspectos. Debido a la intervención del Emperador Constantino, la Iglesia de Roma llegó a tener más autoridad y el emperador romano empezó a ejercer influencia sobre las iglesias.

Si alguna iglesia no se sometía a la Iglesia Romana, que era apoyada por el poder del emperador, era considerada como hereje y perseguida. En esta situación, los santos que trataban de vivir según la palabra de Dios, tenían que celebrar la pascua en secreto, vagando en los desiertos, montes y cuevas. No obstante, como la Biblia dice:"Hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino" (Dn. 7:22), Cristo, el Anciano de días, vino por segunda vez y la verdad de vida que había sido abolida por Satanás, fue restaurada en su debido tiempo.

Hemos recibido la promesa de la vida eterna por medio de la pascua del nuevo pacto que Dios estableció. Dios restauró la pascua sacrificándose hasta la muerte.

Esto se debe a que nadie puede recibir el perdón de pecados y la salvación sin la pascua. Agradeciendo por la gracia de Dios que ha restaurado la pascua a través de su sacrificio y amor, debemos predicar este precioso mensaje de vida más fuertemente.



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